La protección de datos en la era de las nuevas tecnologías: la evolución del big data
Con la llegada del Internet de las Cosas, la tecnología ha sufrido una profunda revolución y la inteligencia artificial ha permitido un almacenamiento de datos casi infinito. Este fenómeno se conoce como "Big Data". En la actualidad hay un gran número de dispositivos conectados a Internet que generan una gran cantidad de datos, que a su vez son explotados por instituciones y empresas para obtener el mejor rendimiento, gracias a la inteligencia artificial.
El Big Data puede ser muy beneficioso para las empresas y puede ayudar a impulsar el crecimiento. Sin embargo, el uso de los datos que almacenamos sobre nuestros usuarios debe cumplir con la normativa vigente.
¿Qué es el Big Data?
Big Data es un término que engloba todo tipo de técnicas para procesar grandes volúmenes de datos que no se pueden procesar de forma tradicional. De hecho, los programas informáticos tradicionales de análisis de datos no tienen capacidad para procesar semejante volumen de datos. Por ello, la inteligencia artificial nació con el objetivo de convertir este volumen de datos en información útil, dándole un valor que pueda ayudar en la toma de decisiones de una empresa.
Los "grandes datos" pueden resumirse en tres palabras clave: volumen, diversidad y velocidad. En otras palabras, el Big Data consiste en un volumen cada vez mayor de datos variados que se analizan a muy alta velocidad. El Big Data es muy interesante para las empresas porque les permite conocer el perfil, los hábitos y las necesidades de los consumidores respecto a los bienes o servicios que ofrecen.
Big Data en las empresas
La incorporación del Big Data en las empresas y su explotación puede ser muy beneficiosa, pero requiere un cambio radical en la cultura empresarial. Su uso requiere una estrategia digital específica, nuevos objetivos basados en los resultados obtenidos del volumen de datos extraídos, una justa evolución de las tecnologías de la empresa, e incluso la creación de nuevos puestos de trabajo orientados a la recogida y análisis de estos datos.
La inversión en Big Data puede ser alta, además de que puede llegar a ser crucial buscar la ayuda de profesionales con experiencia en inteligencia artificial y Big Data, sin embargo traerá mayores beneficios al negocio en el futuro.
Las ventajas de utilizar la inteligencia artificial en las empresas son infinitas. No sólo optimiza el trabajo mediante la creación de nuevas oportunidades antes inexistentes. Con esta inteligencia artificial, la empresa puede ofrecer un servicio más personalizado y dirigido a cada cliente, lo que aumentará las oportunidades de venta y, en última instancia, los beneficios a largo plazo.
Un ejemplo de aplicación de la inteligencia artificial en una empresa podría ser su uso en la atención al cliente. Gracias a la tecnología WebRTC, se ha podido crear un software de centro de llamadas que incorpora inteligencia artificial para ofrecer un servicio óptimo y beneficioso a los clientes. Una de las herramientas más innovadoras que incorpora es el pago con tarjeta de crédito por teléfono. Se trata de un sistema de pago completamente seguro, que permite a los clientes realizar pagos sin intervención humana. Así, las transacciones se llevan a cabo mediante un sistema de inteligencia artificial, es decir, los datos del cliente se procesan directamente con el banco sin ningún tipo de almacenamiento.
Como hemos visto, el Big Data y la inteligencia artificial son esenciales para la empresa moderna, pero su uso debe estar protegido para evitar el abuso de los datos de los clientes.
Protección de datos en las nuevas tecnologías
Debido al crecimiento del espacio virtual, el número de empresas que operan en Internet es cada vez mayor y realizan todo tipo de transacciones e interacciones con los clientes a través de la web. El principal peligro del comercio electrónico es no informar al cliente sobre el uso y almacenamiento de sus datos o la aplicación de cookies.
En Francia, la protección de los datos personales se rige por la ley del 6 de enero, titulada "informática y libertad". Esta ley fue modificada muy recientemente, el 20 de junio de 2018, por el Reglamento General de Protección de Datos (RGPD), aplicable en toda Europa desde el 25 de mayo de 2018.
El cumplimiento por parte de las empresas es esencial si no quieren sufrir las consecuencias en el futuro. Por lo tanto, es importante que las empresas que operan en Internet tengan en cuenta los diferentes aspectos del uso y almacenamiento de los datos de los consumidores:
- En primer lugar, el cliente debe ser siempre informado, desde que accede a un sitio web, sobre el uso de cookies.
- Debe establecerse un aviso legal en el sitio web, en el que se establezcan las condiciones y usos del mismo.
- Siempre que se solicite información al cliente, se le debe informar sobre el uso de sus datos personales y la finalidad de dicha información.
- Si el sitio web está dedicado al comercio electrónico, debe incluir: el nombre de la empresa, la dirección, la dirección de correo electrónico, los datos de registro, el número de identificación fiscal, información clara sobre los precios de los servicios o productos, los gastos de envío y los códigos de conducta.
- Es esencial proporcionar una plataforma de pago segura para todos los negocios en línea. La autentificación de los datos que afectan a la legalidad de las compras debe garantizarse mediante un canal de comunicación seguro, con un certificado de seguridad emitido por una entidad colaboradora, garantizando así un tráfico de información seguro.
Fuente: www.supergeek.fr